Al final de la estrofa.

Siempre que ocurre algo en nuestra vida que nos afecta de manera adversa queremos que este capitulo termine para poder respirar en paz.

Los tiempos en los cuales estamos tenemos la tecnología, las comunicaciones y todo en nuestras manos pero ¿Que hacemos…? ¿Qué tan influyente es nuestra capacidad para pensar y ayudar? ¿Qué tan buena es nuestra relación con Dios y por quien nos rodea? ¿Qué tan fácil o difícil se vuelve para perdonar a quien nos ofende? Aunque tenemos todos estos recursos nuestra canción se vuelve mas corta y perdemos oportunidades para disfrutar lo bello de nuestra vida que es una melodía ante los oídos de Dios.

Hoy en día tenemos un alto en la canción, ya no somos lo que éramos antes, si hacemos un retroceso en nuestra vida y pensamos quienes éramos 3 o 4 o 5 años atrás, que deseábamos, que sueños teníamos, que temíamos que nos ocurriera, que pesadilla no queríamos sufrir, si nos damos cuenta vemos que muchos de esos sueños los dejamos justamente donde empezaron, aquellos momentos en los cuales compartías con tus amig@s mas cercanos, aquellas salidas que hacías sin tener un plan para donde ir, amanecer junto a tus amig@s mas queridos haciendo nada mas que hablar o tal vez contarse secretos, ya lo dejamos por nuestra vidas (Digo canciones) tan movidas, ya no pensamos en Dios como antes solo vamos a el cuando los acordes están desafinados, solo vamos al Dios cuando estamos en un plano de nuestra canción se vuelve incantable.

Ser lo que éramos antes es imposible, pero recuperar el tiempo que se ha perdido es recuperable.

Hagamos de nuestra canción la mas hermosa tengamos a nuestr@s amig@s cerca para que al final de la estrofa tengamos mas notas que cantar.